miércoles, 13 de junio de 2012

Estrategias casuales


Si pudiese elegir, siempre serías la casualidad esa que prefiero,
como la canción favorita que de pronto en la radio suena,
el corazón que desprevenido palpita, 
y la lluvia que en día soleado te cubre.
Mi casualidad favorita, la que no busque, esa que alguno maldice,
y la que hace reír al azar cuando sabe fue culpa suya.

¿Cuántas veces hemos caminado lento en una espera demasiado consiente esperando algo?
¿Hemos caminado demasiado rápido para apresurar alguna cosa?
¿O solo en esa espera, a veces demasiado absurda e ingenua, de qué esa vez algo diferente debe suceder?

No creamos que decimos la verdad, si negamos que todos hemos tratado de atrapar a esa cosa incomprendible, pero a la vez deliciosa, llamada: casualidad. Elaboramos una estructurada trampa, una estrategia con todas sus tácticas, una parafernalia completa para que llegue y nos sorprenda, pero siempre, siempre algo hace que NO suceda nada.

Por fortuna o mala suerte aún no se inventan una poción mágica, ni científica, ni espiritual para que podamos dominar las cosas y hacer que parezcan una "casualidad". Ni que las casualidades sean esperadas, encontradas, planeadas, rebuscadas, bueno a esa oportunidad donde podemos meter nuestras manos y caprichosos deseos, me refiero.

Entonces quizá solo hay que relajarse y dejarse sorprender por este inexplicable universo; donde los dioses juegan al ajedrez y se divierten con nuestras caras de sorpresa, la vida sabe como confabular y es la mejor armadora de rompecabezas, y pues nada, a nosotro como mortales nos toca jugar a espectadores y conejillos de indias.


¡¿Qué más nos queda que creerle a la bendita casualidad, y su enfermiza locura?!


Y para el momento musical ahí les dejo un clásico del "antier" y la otra que me encanta...


sábado, 2 de junio de 2012

Un Rubik llamado vida


La vida como el rubik o el rubik como la vida, que más da.

Ya dijeron que la vida es una tómbola de luz y de color, que es la rueda de la fortuna, la lotería entre mil cosas más. Así que mi comparación no difiere de mucho, ah y tampoco es un análisis experto sobre filosofía y aspectos existenciales.

Lo pensé ayer justo en un bus de la 101-B,  en el tipo que armo el cubo en pocos segundos y ya ven tanta tontera que se nos cruza por la cabeza para distraernos del miedo de ir en el colectivo.
Dije: "Vaya es de astutos emparejar todos los colores, las seis caras, y cuando se mueve uno se destartalan los demás: C'est la vie"

¿A caso no sienten que aunque completen colores en la vida, hay otras caras que aún siguen dispares?
 Bueno, yo sí. Pero se necesita un poco de paciencia, estrategia y astucia para lograr uniformidad en la vida, y otros ingredientes que dicen los pasquines de superación de Cesar Guzmán. Quizá nos tome todo nuestro caminar emparejar los colores, hay gente que nunca lo logra ni le interesa (como en mi caso), otros esperan que alguien lo haga por ellos, pero están los que luchan todos los días por completar todos y cada uno.

¿Quiénes hacen lo correcto? No lo sé, eso sí, necesitamos colores y diversidades que nos ayuden a hacer de nuestra vida algo fuera de lo común.
Imaginen al rubik con todos sus colores en sus caras y sitios, yo me sentiría tentada a deshacerlo para armarlo y sentir que lo logré para luego repetir lo mismo.

Así que no se sientan culposos si  sus cubos jamás terminan de encajarse, y si ya está encajado olvídese que está viviendo, solo espera morir con una vida perfecta sin haber logrado mayor cosa...