viernes, 9 de noviembre de 2012

Suerte

Tu mi suerte, yo la tuya
que mas da, uno es del otro,
en esa maraña contradictoria,
buena o mala pero suerte al fin.

No desprecies la suerte esta,
la suerte maldita loca, 
pensadora aleatoria, 
moneda de dioses,
que al echar suertes cruzaron nuestros nombres.

La palabra con más significado y misterio, o bueno quizá solo me he obsesionado con pensar en ella, se le puede echar la culpa por algo, creer que es porque ella así lo quiere, es a quien encomendamos nuestro destino, y lo que deseamos a los demás por puro cliché: SUERTE.

Si me preguntarán ¿Cómo personificarías a la suerte?, a lo mejor solo se me ocurre una mujer despreocupada que no le importa mañana, no sufre y solo va donde le lleve el viento. La suerte no llora solo se ríe y confía que mañana será otra historia diferente. La suerte no tiene un plan trazado, no procede de nada, a veces es mágica y otras salada, en ocasiones sorprende y también enfada.

¿Le confiarías el destino a alguien así? A lo mejor no tengamos otra salida...

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