jueves, 22 de abril de 2010

La vocación que reposa en las palabras

La vida misma es la escuela de los grandes, en el campo del periodismo nunca se dijo que existiera una excepción. Así Márquez expone entre sus palabras los días donde la habilidad periodística era aprendida con la práctica misma. En las salas de redacción se formaban los editores y reporteros, sin necesidad de haber estudiado previamente para ello. El oficio era aprendido en una cercanía pura con realidad, sin más libros que la experiencia, y el compartir anécdotas con los demás compañeros que trabajaban para el mismo rotativo.

Ahora se nos exige cursar la carrera de comunicaciones, para tener garantizada al menos una parte de conocimientos. Y cuando llega por fin el titulo que nos acredita como comunicadores, puede representar para nosotros, una de las dos siguientes afirmaciones; fue reconocida la labor que ejercimos en el período de estudios, o se termina de confirmar que ese fue el único fin en todos los años que se presento en la universidad. Años más tarde son nuestros docentes los culpables de nuestra mala ortografía, redacción, expresión, entre otras cosas. Las cuales en lugar de hacernos profesionales, nos convierten en sólo intentos de comunicadores sociales. Debemos en cambio reconocernos como seres en procesos de mejorar las cosas que hacemos mal, y tomar por nuestros medios aspectos que complementen nuestro perfil de profesionales en nuestro quehacer periodístico.

Elementos como la tecnología en lugar de trabajar como nuestros aliados, se convierten en nuestras piedras de tropiezo al no utilizarlas de forma correcta. Ya que creemos que harán el trabajo por nosotros, haciéndonos conformes y mediocres al momento de interpretar lo que se quiere transmitir.

En el período de estudio se pueden citar autores, estudiar historia, conocer la mayor cultura general posible; pero en ocasiones el oficio en sí es dejado de lado, lo cual no nos favorece. Por ello deberían crearse programas que muestren la mayor parte de práctica posible. Porque al fin y al cabo eso es, un interactuar e interpretar constante de la realidad para ser mostrada al público.

El comunicador no es aquel que posee un titulo, si no el que está consciente de su papel para ser un agente de cambio positivo en la sociedad, y tiene el poder de influir en las decisiones de la población. La carrera de comunicaciones no debe estar llena sólo de lindas ilusiones, aspirando a ser sólo una imagen más de un medio de comunicación; más bien debe hacer hincapié en el compromiso que tiene para con su entorno.

No hay comentarios: